martes, mayo 16, 2006

Un Amor que no se Olvida…



La noche llega, el reflejo de la luna penetra por la ventana de mi habitación y su luz golpea mi rostro…..hace mucho tiempo que algo así no me ocurría y vino a mi memoria la ultima vez que lo sentí…..

Como olvidar esa tarde, en la que sin pensarlo dos veces me subí a mi automóvil y me dirigí a la casa de una personita excepcional, alguien con un corazón maravilloso, con una forma de ver la vida súper fresca y con una sonrisa seductora e inigualable.


Al llegar a su morada, allí estaba él a la puerta esperando a que yo apareciera, se sentó a mi lado y partimos con rumbo a un logar romántico, algo alejado y con poca gente, un mirador, al principio solo podíamos sonreír pues los nervios nos ganaban y que mejor forma de esconderlos que tras una buena carcajada, creo que todo lo hemos sentido algunas vez.

Cada minuto que pasaba sentía que mi estomago se llenaba mas y mas de mariposas, el tema de conversación se agotaba y ya no sabia que mas decir, de repente llegamos a ese hermoso lugar, sorprendidos ante tanta belleza descendimos y entramos a un pequeño restaurante que allí esta.


Solo basto sentir el calor de aquel lugar, para que intercambiáramos miradas y lográramos sentir esa extraña sensación de estar conectados por un lazo invisible pero que muy en el fondo puedes sentir, el mesero se acerco a nosotros y al son de unas copas de vino aquella conversación que parecía acabar…..se convirtió en algo interminable.

Me sentía como una adolescente, por que sabia que en aquel momento era libre de hacer lo que yo quisiera y mi felicidad era completa por que el hombre que estaba a mi lado me acompañaría en mis locuras.

Llego el momento en que muy dentro de mi algo se despertó y sentía la necesidad de robarme un beso de aquel sujeto que estaba sentado frente a mi, pero como hacerlo??? Me moriría de la vergüenza si al tratar de cumplir con mi cometido el me rechaza…uhmmm lo pensé una y mil veces, cuando por fin tome la decisión de lanzarme y besarlo coloque mis manos sobre la mesa, estaban algo temblorosas y por que no decirlo llenas de pánico.



Esa sonrisa nerviosa regreso a mi rostro, de repente me acerque a el y cual seria mi sorpresa al ver que el tomo mis manos en las suyas, las entrelazo, me dio una mirada fija, tierna, dulce, pero sobre todo llena de paz, soltó mis manos y tomo mi rostro lo acerco muy lentamente hacia él, al punto de lograr sentir su respiración un tanto agitada, nerviosa pero a la vez con una gran seguridad de lo que estaba haciendo finalmente cuando ninguno de los dos lo soporto mas, se dio lo que tanto anhelamos……su boca su junto con la mía en una sola, nos besamos en una forma indescriptible, yo sentía corriente pasar de arriba hacia abajo, él tenia sus manos temblorosas.

Ese momento mágico estaría acompañado de la hermosa luz de la luna y de un cielo totalmente estrellado, una noche perfecta solo para los dos, para crear ese momento inolvidable, ese momento que marcaría por mucho tiempo, el recuerdo de un amor de juventud, de esos amores que tal vez por la madurez o por la rutina que adquirimos no se repetirá, pero que cada vez que pensemos en ellos alimentara nuestro corazón y nos traerá devuelta esa sonrisa que hemos perdido.

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